 |
Santo Sudario, óleo sobre tela plegada sobre bastidor de madera, 120 x 80 cm, 2005 | | |
El
proyecto ET INCARNATUS EST parte de la representación de los episodios de la Pasión de Cristo en la
pintura renacentista y barroca para hacer una reinterpretación del tema que
sirva como plataforma para reflexionar acerca de la pintura y la manera como
ésta comunica. Así, mediante el uso de poses muy codificadas y un tratamiento
que le da a los cuadros una atmósfera enrarecida y sosegada, esta serie de
desnudos masculinos en interiores o entornos cotidianos hace clara referencia a
los diferentes episodios de la
Pasión de Cristo (Crucifixión, Descendimiento, Vía Crucis,
etc.).
Pero
además, el proyecto se propone subrayar la materialidad -corporalidad- de los cuadros
mediante dos estrategias: (1) la disposición no convencional de las superficies
pintadas y (2) el uso de soportes o materiales transparentes. Este énfasis en
la materialidad de la pintura tiene como objetivo proponer la noción de
encarnación como un modelo para entender cómo significa la pintura: lo que la
pintura comunica es indisociable de la experiencia concreta de ver un cuadro.
Si en esta experiencia se da una aprehensión y comprensión particular de la realidad, se puede hablar entonces
de la pintura como una forma encarnada
(materializada, in-formada, corporalizada) de conocimiento. Puede decirse,
entonces, que el objetivo central de este proyecto es establecer una analogía
entre la noción de Cristo como encarnación de Dios y la pintura como una forma encarnada de conocimiento.
De
la pintura religiosa me interesa cómo un cuerpo puede convertirse, a través de
la mirada del pintor, en un vehículo para lo sagrado. Este proyecto es una
indagación sobre cómo un desnudo masculino puede remitir a una sacralidad no
por el uso de la iconografía tradicional, sino a través de una cierta manera de
pintar un cuerpo y el espacio que lo circunda donde se respire una atmósfera
enrarecida. La turbia aura monacal de los cuadros de José de Ribera o la
cualidad espiritual de la luz en Rembrandt son atributos propios de la pintura
y no de la iconografía: existen sólo en la materialidad del cuadro y no como
una asociación de ideas. En este proyecto me interesa señalar esas sutiles
maneras de “significar” de las que se vale la pintura que suelen pasarse por
alto al considerar a la pintura como una mera representación. Para ello el
proyecto contempla introducir dos tipos de alteraciones en la representación
del desnudo que dificulten su apreciación y motiven una reflexión sobre la
pintura. Tomando del relato bíblico (1) la noción de encarnación y (2) el
carácter elusivo del conocimiento de Dios como un modelo para comprender las
peculiaridades que distinguen cómo la pintura significa, el proyecto busca (1)
subrayar la materialidad de la obra por encima de su carácter representacional
mediante la alteración de los soportes donde está pintado el desnudo y (2)
aludir al carácter elusivo tanto del conocimiento de Dios como de la
realización de significados en pintura al bloquear la apreciación de los
cuadros mediante el uso de materiales opacos y transparentes. Estas dos
estrategias son los ejes del proyecto.
Alteración de los soportes: superficie y
materialidad
Enfatizar
la superficie del cuadro -su corporalidad, su objetualidad- mediante la
disposición no convencional de las superficies pintadas es la estrategia
encaminada a considerar los cuadros no como meras representaciones sino
poseedores de una materialidad que les aporta características específicas. En
los cuadros que conforman esta serie encontramos telas colgantes, dobladas,
prensadas, arrugadas, superpuestas, tensadas, etc. Esta manipulación del
soporte está directamente relacionada con el episodio de la Pasión que los cuadros representan:
las telas reflejan en su materialidad el suceso que ellas mismas contienen. Al redondearse la imagen en su
soporte se trastoca sutilmente la distancia entre la materialidad y la
representación de la pintura, creando una ambigüedad y confusión entre
referente y referencia. Se impide
así que el espectador vea los cuadros como imágenes desencarnadas, abstraídas
mentalmente de la superficie que las contiene y se le obliga a considerar el
cuadro como un objeto por derecho propio. Si la representación transforma
automáticamente a la superficie del cuadro en una ventana a través de la cual
se ve algo, el objetivo del proyecto es hacer visible el vidrio: la pintura no
es relevante en tanto representación sino en tanto pintura: la importancia está
en la superficie.
 |
Amortajamiento; óleo sobre tela, tela, resina artificial y mecate sobre bastidor de madera; 120 x 340 cm; 2006 |
 |
Levantamiento de la cruz; óleo sobre tela plegada sobre bastidor de madera, polín de madera y mecate; 145 x 220 cm; 2008 |
 |
Flagelación; óleo esgrafiado sobre madera y lámina de MDF recortada; 245 x 210 cm; 2007 |
 |
Pietá (siguiendo a Miguel Ángel), óleo sobre tela cortada y plegada sobre bastidor de madera, 170 x 105 cm, 2007 |
 |
Crucifixión; óleo sobre tela, lámina de MDF recortada, tela, resina artificial y madera sobre bastidor de madera; 155 x 220 cm; 2009 |
Imposibilitar la vista. Opacidad/Transparencia: Dios
como objeto elusivo
La otra
variable del proyecto consiste en ocultar o dificultar la apreciación del
desnudo mediante el uso de materiales opacos y/o transparentes que se
interponen entre la representación del desnudo y el espectador. Esta alteración
tiene innumerables soluciones pero la
constante es la imposibilidad de apreciar la totalidad de la obra: dejar al
espectador la sensación de que algo se le escapa.
Según
la tradición cristiana, Dios se manifiesta a los hombres sólo a través de su encarnación
en Cristo y la comprensión de éste, a su vez, se construye únicamente a través
de la superposición de los relatos de los cuatro evangelistas. Estamos así ante
un objeto que elude nuestra comprensión todo el tiempo. Es condición de la
experiencia mística que “dios” se presente a los sentidos con toda claridad,
pero que permanezca oculto para la mente
racional. Esta aparente contradicción y esta condición de perpetua indefinición
guardan una estrecha relación con el conocimiento que proporciona la pintura:
evidente, factual y concreto como experiencia, pero indefinible verbalmente.
La contradicción
entre lo evidente y lo oculto es abordada en mi trabajo con el uso de
materiales opacos y transparentes en perpetua confrontación, propiciando la
paradójica reversibilidad de sus cualidades, haciendo que lo opaco sea transparente
y lo transparente opaco. La idea principal sería hacer del cuadro mismo un
objeto elusivo y dificultar su apreciación.
 |
El cuerpo del Cristo en el sepulcro; óleo y hoja de oro sobre tela, resina artificial sobre lámina de acrílico transparente; 130 x 260 cm; 2006/11 |
 |
Descendimiento; óleo sobre tela; lámina de acrílico transparente y MDF sobre bastidor de madera; 2007/11 |
+SEBASTIAN.jpg) |
El cuerpo del Cristo en el sepulcro (siguiendo a Holbein); óleo sobre tela, impresión en vinil adhesivo sobre lámina de acrílico transparente; 42 x 200 cm; 2006 | |
 |
El cuerpo del Cristo en el sepulcro (siguiendo a Holbein); óleo sobre tela, impresión en vinil adhesivo sobre lámina de acrílico transparente; 42 x 200 cm; 2006 (VISTA OBLÍCUA) |
 |
El cuerpo del Cristo en el sepulcro (siguiendo a Holbein); óleo sobre tela, impresión en vinil adhesivo sobre lámina de acrílico transparente; 42 x 200 cm; 2006 (DETALLE) |
 |
Santo Sudario; óleo sobre lámina
de acrílico transparente, tela de poliéster, resina artificial t lámina
de acílico transparente sobre bastidor de madera; 75 x 150 cm; 2008 |
 |
Pietá; óleo sobre tela, impresión en vinil transparente sobre lámina de acrílico transparente; 120 x 220 cm; 2008/13 |
.jpg) |
Pietá; óleo sobre tela, impresión en vinil transparente sobre lámina de acrílico transparente; 120 x 220 cm; 2008/13 (VISTA OBLÍCUA)
|
.jpg) |
Pietá; óleo sobre tela, impresión en vinil transparente sobre lámina de acrílico transparente; 120 x 220 cm; 2008/13 (DETALLE) |
 |
Pietá; óleo sobre tela, impresión
en vinil transparente sobre lámina de acrílico transparente; 120 x 220
cm; 2008/13 (vista del cuadro original sin la lámina de acrílico
transparente) |
 |
Crucifixión; óleo y acrílico sobre lámina de acrílico transparente sobre bastidor de madera; 170 x 115 cm; 2009 |
 |
El cuerpo del Cristo en el sepulcro; óleo y hoja de oro sobre tela, resina artificial sobre lámina de acrílico transparente; 30 x 100 cm; 2009 |
I have always been interested in the ability of
painting to array in a single image a complex and dense tread of meaning which
“speaks” to the beholder at first glance without needing further explanations.
The way painting portrays meaning and communicates with the beholder is a
complex process which eludes classification and avoids any easy systematization,
involving subconscious processes not easily understood. Taking the notion of
incarnation as a model to understand the way in which painting signifies, the
project ET INCARNATUS EST, which consists of a series of male nudes which refer
to the different episodes of the Passion of the Christ (Crucifixion, Descent,
Last Supper, Flagellation, Entombment, etc.), seeks to establish an analogy
between the Christ as an incarnation of God and painting as the incarnation of
a certain kind of knowledge. This on-going project seeks to stress the
materiality –corporality- of the paintings by (1) the unconventional
disposition of the painted surfaces and (2) the use of transparent materials
which obliterate the depiction of the nude.
I’m not trying to paint a Passion cycle as the
renaissance and baroque painters did. No Virgin, no saints, and no use of
traditional iconography: the idea is to attain the sacred just through the way the picture is painted. The project moves
in an ambiguous territory where the reference to the Passion is achieved
through the body’s pose, the surrounding objects, and the use of certain
materials associated with the sacred, but all these references are contradicted
by models which don’t resemble the traditional iconography of Christ and by the
setting of the nude in an everyday modern house interior. Rather than the Gospels,
the project takes as its source the way the painters have treated the subject matter
through the history of Art, stressing in this way the pictorical instead of ascribing
myself to any particular Credo.
In this project, the representation of the male
nude is obliterated by two different kinds of alterations:
1. The unconventional
disposition of the canvas
The unconventional disposition of the canvas
(wrinkled, folded, stretched in unconventional ways, hanging directly form the
wall with all its weight, oddly pasted over a wood panel, etc.), seeks to
stress the materiality and objectuality of the painting in order to consider it
not as the representation of something but as an object in itself. This
manipulation of the canvas is always in relation to the episode of the Passion
which is being depicted: the painted surface echoes in its very physicality the
episode it portrays, being wrapped for the Shrouding of the Christ, suspended
for the Descent, nailed for the Crucifixion, lacerated or torn for the Flagellation
and so on. In this way, the paintings don’t treat the Passion as a mere subject
matter; but, by incorporating the torments of Christ in their own materiality,
they “participate” in them bringing to a crisis the boundary between representation
and the represented.
With the unconventional disposition of the
canvas, the beholder is pushed to see the paintings not as abstract
disincarnated images which are alienated from the surface which contain them
–which is precisely the way we see things in a world filled with reproducible
images-, but as specific and unique objects in themselves. If the
representation transforms the surface of a painting into an open window through
which we see something, the project attempts to make the glass of the window
visible.
2. The use of transparent
materials
The use
of transparent materials which interfere with the appreciation of the nude making
impossible for the viewer to get a clear image of the painting beneath seeks to
create a formal and semantic interplay of the opposed concepts of
transparency/opacity in relation to both, the elusiveness of the knowledge of
god and the elusiveness of the way in which painting portrays meaning.
According to Christian tradition, God manifests
himself to mankind only through its incarnation in Christ and Christ’s life, in
turn, is only made available through the account of the four evangelists. We
are, then, before an object which permanently eludes our understanding. The
mystical rapture presents “god” in a way which seems factual and uncontroversial
for the senses but that remains ungraspable for the rational mind. This
apparent contradiction and permanently indefinable condition of the mystical relates
keenly with the way meaning is portrayed in painting: factual, evident and
concrete as experience, but verbally ungraspable and indefinable.
The opposition between what is visible and what
remains obscured is the constant issue in this project and takes the form of
the paradoxical reversal of the transparent and the opaque, making transparency
the means of opaqueness and asserting the opaque as a sort of transparency.
No hay comentarios:
Publicar un comentario